En
Molina las noches son un nácar azulado de sabor agrio
son
de silencios graciosos y sonidos tenebrosos
en
Molina la vida no sube andamios, ni baja escalas
no
hay cascadas ni baches, no hay tempestades ni calma
en
Molina la vida solo fluye
Y
aquí me trajo el tiempo, las nostalgias
y las ansias
a
vivir la muerte de los días … a morir la vida de las noches
aquí
encuentro cosas que no busco … aquí no
estás,
entonces
no te busco en las calles ni los recuerdos
Sin
búsqueda ni encuentros… sin nostalgias ni recuerdos,
vivo
los días de la paz … los días de los sueños … aquellos días
y
quizás sean esos días … los que enunciamos en versos dolorosos
en
poemas gozosos, estrofas gloriosas …
palabras luminosas
En
Molina los símbolos cobran sentidos… lo negado se resiste,
las
cosas que no creí son posibles en el caminar por sus eternas calles
…
y es largo el camino… sin embargo Molina es parte de los hallazgos,
de
aquellos que rondaron las copas y efímeros cuerpos desnudos,
los
que formaron parte de una historia de desencuentros
En
Molina las palabras cobran sentido, los silencios agradecen
la
música es caricia en las ansias, es armonía en la mirada
aquí,
todos es otra cosa… todo es al ritmo de aquellos planes
…
y lo vivo, lo siento… lo gozo
En
Molina la vida ofrece otra luz, otra forma de vivir y sentir
¿de
quién depende que sea perenne?
En
Molina… los sueños tienen sentido…
los
poemas exudan sus dolores
las
palabras invocan sonrisas
en
Molina… la vida es otra cosa
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